Proyectada en 2003 por el arquitecto José Martínez, de Urqing Proyectos, esta vivienda se articula en torno a una inmensa piscina que refleja la majestuosidad del cielo estival gaditano. Revestida de gresite azul marino, la piscina proporciona un frescor que penetra en las estancias de la casa, ya que todas ellas se abren a este eje central. Los primeros propietarios de esta vivienda deseaban disfrutar al aire libre al máximo, por lo que alrededor de la piscina se dispusieron dos zonas bien diferenciadas: por un lado, una pérgola de madera pintada de blanco proporciona sombra a un par de tumbonas, mientras que, frente a ellas, un comedor de verano permite gozar de magníficas vistas sobre el parque natural de los Alcornocalcs y de la laguna de la Janda.
Recientemente, una nueva pareja adquirió la vivienda y, con el fin de adaptarla a sus gustos y necesidades, encargó algunas reformas y todo el proyecto decorativo a la interiorista Christine van Hoecke. Para ella, "el verdadero protagonista de esta vivienda es el valle que se abre a sus pies", por lo que, de acuerdo con sus clientes, trató de integrarla en su magnífico entorno por medio de la utilización de "colores muy suaves, que preserven la luz natural y, a la vez, creen espacios íntimos y serenos". Para empezar, se lijaron los suelos —originalmente de teca barnizada
oscura— con el fin de conseguir un tono natural y proporcionar al ambiente un aire zen. De igual forma, se optó por muebles de madera, hierro o fibra natural, y por textiles de lino y algodón, con la idea de lograr una atmósfera relajante y en concordancia con la naturaleza que rodea la casa.
Los espacios diáfanos son otro común denominador en una vivienda de techos altos y cubierta a varias aguas. Salón y comedor comparten un mismo espacio; tan sólo una alfombra actúa como elemento diferenciador entre una y otra área. Así, mientras el primero se ha dispuesto frente ala chimenea yen la zona más próxima ala piscina, el comedor queda situado en el extremo opuesto de esta ala de la casa y tiene un aire más rústico gracias a la mesa de madera de teca maciza y la alacena con pátina envejecida para la cristalería. La combinación de estética actual con piezas inspiradas en el pasado e incluso de aire colonial crea espacios muy equilibrados, que desprenden sosiego. Por último, señalar que en el salón se ha ideado un sencillo rincón de lectura junto a un gran ventanal que sirve de marco al apacible paisaje que se vislumbra a través de él.
La estancia que ha sufrido más reformas ha sido la cocina, pues Christinc cambió por completo su disposición original —que inicialmente contaba con una isla y ahora está distribuida en forma de con el fin de ganar espacio para el
salón comedor. Se instalaron muebles bajos en un tono visón —exceptuando la columna que integra el horno y el microondas— con tiradores en acero inoxidable. De igual modo, se cambió la grifería y se combinaron los muebles con una encimera de mármol Macael blanco con vetas grises que también protege la zona de fuegos. Este espacio queda completamente abierto al comedor, aunque está bien definido gracias al desnivel de la cubierta, ya que aprovecha un entrante de esta ala de la casa, donde se ha colocado el frigorífico.
La estética resultante es bastante actual, aunque con guiños al pasado que se logran mediante el mueble de listones que alberga la campana extractora, que posee cierto aire rústico, muy en concordancia con la encimera de mármol.
La vivienda cuenta con dos dormitorios dobles timados en la planta noble y comunicados con el exterior a través de puertas acristaladas en forma de arco.
Así, mientras en el dormitorio principal predominan los blancos y los tostados, en el otro el azul escogido para el cabecera de la cama y para las cortinas cr un hilo conductor con el agua de la piscea ina_ Pero a pesar de estas pequeñas diferencia, la simplicidad es el común denominador en ambos. Incluso repiten algunos muebles, como las memas de noche, que son idénticas en uno y en otro, o las lámparas de sobremesa. El aire que desprenden estas estancias es de una gran intimidad y serenidad, y ambas invitan al descanse en las largas y cálidas noches estivales.
El babo tiene unas dimensiones considerables (27 rW). "Su tamaño y disposición responde a un deseo expreso de los primeros propietarios de la casa, que querían darle un gran protagonismo", explica Chrisdne. Respondiendo a este deseo, la bañera se situó en el centro de la estancia, junto a la ventana, para gozar de las vistas al exterior y del frescor que proporciona el aire de la piscina. El faldón de la bañera se ha revestido con el mismo mármol del que están hechas las enumeras de los lavamanos, situados a su vez uno en cada extremo de la estancia. Bajo éstos, unos armarios con
frontales en celosía nos recuerdan vagamente el pasado andalusí de la zona. En lugar de vestidos, y dadas las dimensiones de este espacio, se ha optado por cubrir parte de sus paredes con armarios empotrados que incluyen puertas lanadas en blanco. De esta forma, se obtiene una zona extra para el almacenamiento para la ropa
Recientemente, una nueva pareja adquirió la vivienda y, con el fin de adaptarla a sus gustos y necesidades, encargó algunas reformas y todo el proyecto decorativo a la interiorista Christine van Hoecke. Para ella, "el verdadero protagonista de esta vivienda es el valle que se abre a sus pies", por lo que, de acuerdo con sus clientes, trató de integrarla en su magnífico entorno por medio de la utilización de "colores muy suaves, que preserven la luz natural y, a la vez, creen espacios íntimos y serenos". Para empezar, se lijaron los suelos —originalmente de teca barnizada
oscura— con el fin de conseguir un tono natural y proporcionar al ambiente un aire zen. De igual forma, se optó por muebles de madera, hierro o fibra natural, y por textiles de lino y algodón, con la idea de lograr una atmósfera relajante y en concordancia con la naturaleza que rodea la casa.
Los espacios diáfanos son otro común denominador en una vivienda de techos altos y cubierta a varias aguas. Salón y comedor comparten un mismo espacio; tan sólo una alfombra actúa como elemento diferenciador entre una y otra área. Así, mientras el primero se ha dispuesto frente ala chimenea yen la zona más próxima ala piscina, el comedor queda situado en el extremo opuesto de esta ala de la casa y tiene un aire más rústico gracias a la mesa de madera de teca maciza y la alacena con pátina envejecida para la cristalería. La combinación de estética actual con piezas inspiradas en el pasado e incluso de aire colonial crea espacios muy equilibrados, que desprenden sosiego. Por último, señalar que en el salón se ha ideado un sencillo rincón de lectura junto a un gran ventanal que sirve de marco al apacible paisaje que se vislumbra a través de él.
La estancia que ha sufrido más reformas ha sido la cocina, pues Christinc cambió por completo su disposición original —que inicialmente contaba con una isla y ahora está distribuida en forma de con el fin de ganar espacio para el
salón comedor. Se instalaron muebles bajos en un tono visón —exceptuando la columna que integra el horno y el microondas— con tiradores en acero inoxidable. De igual modo, se cambió la grifería y se combinaron los muebles con una encimera de mármol Macael blanco con vetas grises que también protege la zona de fuegos. Este espacio queda completamente abierto al comedor, aunque está bien definido gracias al desnivel de la cubierta, ya que aprovecha un entrante de esta ala de la casa, donde se ha colocado el frigorífico.
La estética resultante es bastante actual, aunque con guiños al pasado que se logran mediante el mueble de listones que alberga la campana extractora, que posee cierto aire rústico, muy en concordancia con la encimera de mármol.
La vivienda cuenta con dos dormitorios dobles timados en la planta noble y comunicados con el exterior a través de puertas acristaladas en forma de arco.
Así, mientras en el dormitorio principal predominan los blancos y los tostados, en el otro el azul escogido para el cabecera de la cama y para las cortinas cr un hilo conductor con el agua de la piscea ina_ Pero a pesar de estas pequeñas diferencia, la simplicidad es el común denominador en ambos. Incluso repiten algunos muebles, como las memas de noche, que son idénticas en uno y en otro, o las lámparas de sobremesa. El aire que desprenden estas estancias es de una gran intimidad y serenidad, y ambas invitan al descanse en las largas y cálidas noches estivales.
El babo tiene unas dimensiones considerables (27 rW). "Su tamaño y disposición responde a un deseo expreso de los primeros propietarios de la casa, que querían darle un gran protagonismo", explica Chrisdne. Respondiendo a este deseo, la bañera se situó en el centro de la estancia, junto a la ventana, para gozar de las vistas al exterior y del frescor que proporciona el aire de la piscina. El faldón de la bañera se ha revestido con el mismo mármol del que están hechas las enumeras de los lavamanos, situados a su vez uno en cada extremo de la estancia. Bajo éstos, unos armarios con
frontales en celosía nos recuerdan vagamente el pasado andalusí de la zona. En lugar de vestidos, y dadas las dimensiones de este espacio, se ha optado por cubrir parte de sus paredes con armarios empotrados que incluyen puertas lanadas en blanco. De esta forma, se obtiene una zona extra para el almacenamiento para la ropa